Luego de ser denunciado nuevamente, ahora por atropellar perros y gatos como deporte (la primera vez fue por golpear a una mujer, incluso en el suelo), Daniel Brunet todos los días y varias veces al día atemoriza a su vecindario con exceso de velocidad y un claxón de aire tipo tren adaptado a su vehículo para contaminar con ruido. En todos los casos, el canadiense declaró la guerra e irrumpió en la paz de la apacible zona de veraneo en la costa poniente del municipio de Progreso. Ninguna autoridad ha realizado algo al respecto.