Los resultados de su desarrollo se publican en la revista Scientific Reports, en un artículo que firman, entre otros, Juan García-Arriaza y Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología, centro del CSIC, y Miguel Ángel Martín-Acebes, del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria.
Así, los científicos han elegido unos genes clave en la enfermedad del Zika para activar la respuesta inmunitaria y los han introducido por medio de ingeniería genética en el ADN de otro virus que actúa como vector para llegar a las células del organismo.
En concreto, los investigadores se han basado en los genes prM y E, los más importantes del virus del Zika para activar en el organismo respuestas inmunes que posibiliten la activación de los linfocitos T y B, células clave en defensa contra los patógenos.
Cuando se activan estos linfocitos se producen anticuerpos que neutralizan el virus y también unas células llamadas T CD8 que destruyen a las células infectadas, explica a Efe Mariano Esteban, quien agrega que con esto se consigue un mayor grado de protección.
“Hemos demostrado que la inmunización de ratones con MVA-ZIKV estimula la respuesta inmune contra el virus del Zika activando de forma específica las células T CD8, así como altos niveles de anticuerpos capaces de neutralizar al virus”, añade este científico.
Según este nuevo trabajo, una sola dosis de la vacuna MVA-ZIKV es capaz de controlar la infección por el virus del Zika en ratones, protegiendo de manera eficaz frente a la infección por el virus.
Prometedores resultados
Aunque ya existen otros candidatos de vacuna, hasta el momento no se ha licenciado ninguno, según el CSIC, que indica que “los prometedores resultados del presente trabajo refuerzan la posibilidad de que MVA-ZIKV pueda ser considerada para luchar contra el Zika”.
El siguiente paso, afirma Esteban, es determinar si se puede prevenir la transmisión del virus de madre a hijo y poder llevar la vacuna a fases clínicas, “para lo que se necesitan apoyos económicos”.
“La vacuna posee unas propiedades inmunogénicas y de seguridad que hacen que sea un candidato vacunal idóneo para evitar la enfermedad y su propagación”, concluye por su parte García-Arriaza.