A fines de noviembre salieron a la luz pública una serie de documentos hackeados por Anonymous sobre la operación británica denominada “Integrity Initiative” (“Iniciativa Integridad”) los cuales aportan una buena comprensión del enorme aparato de propaganda negra engendrado por el gobierno británico, para llevar a cabo operaciones de guerra psicológica en contra de Rusia, China y las voces disidentes contra el imperio entre las poblaciones bajo ataque, incluyendo a Donald Trump en Estados Unidos.
Estas operaciones se consolidaron luego del golpe de Estado en Ucrania en 2014, con la creación en 2015 de la Iniciativa Integridad, una rama del aparato británico. Como resultado de la ley de presupuesto de Defensa del gobierno de Obama en 2016, se abrieron operaciones similares que reciben un enorme financiamiento en Estados Unidos a través del Departamento de Defensa y del Departamento de Estado.
El FBI juega también un papel importante a través de su programa “InfraGard” mediante el cual se asocian con corporaciones, universidades y personalidades privadas para supuestamente contrarrestar las actividades que se consideran hostiles hacia Estados Unidos.
El rol de la Iniciativa Integridad y algunas de sus operaciones quedaron al descubierto luego del hackeo que hizo Anonymous cuya información se publicó en el portal de Internet cyberguerrilla.org en noviembre. La Iniciativa Integridad la viene perpetrando la ONG británica mal llamada “Institute for Statecraft” (Instituto para el Arte de Gobernar), que recibe el 95% de sus fondos del gobierno británico, de la OTAN, y del Departamento de Estado de EU, y complementado recientemente por Facebook.
En Estados Unidos, esa ONG ha solicitado excepción de impuestos para una ONG sucursal de la misma con el objetivo de atacar las principales ciudades de Estados Unidos, muy posiblemente para concentrarse en los estados que serán más peleados en las elecciones de 2020. La Fundación Smith Richardson, que es un organismo cuasi gubernamental o cuasi paraestatal, controlado por la CIA y las agencias británicas (que financió las operaciones propagandísticas de Dennis King en contra de Lyndon LaRouche), aportará el financiamiento para las operaciones en Estados Unidos. El primer documento que dio a conocer Anonymous, se jacta de que la Iniciativa Integridad se encargó de impedir la postulación de Pedro Baños para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional de España, con base a una campaña de rumores e infundios de dos horas que lo señalaba como demasiado blando frente a Moscú.
La Iniciativa opera en base a “grupos” (en inglés, “clusters”), o grupos de periodistas, militares, académicos, y cabilderos en casi todos los países europeos, en Estados Unidos, en Canadá, y ahora contempla extenderse hacia el Oriente Medio. Los individuos dentro de cada “grupo”, a menudo reciben “alertas” generalmente por medio de los contactos de la Iniciativa en la Oficina del Exterior del Reino Unido, para que se pongan en acción cuando el centro de operaciones británico percibe que es necesario. Una mirada al “grupo” para Estados Unidos parece tomada de la lista de correo electrónico del Atlantic Council, de la Fundación Jamestown, y entre ellos se cuenta a Evelyn Farkas, ex funcionaria del Departamento de Defensa de EU y una abierta promotora del golpe en contra de Donald Trump.
El grupo del Reino Unido incluye a Anne Applebaum del Washington Post, Ed Lucas del Centro de Análisis de Política Europea (otro grupo paraestatal en este aparato), Ben Nimmo del Consejo Atlántico, Bill Browder y Vadim Kleiner, y nada sorprendente, a sir Andrew Wood, de la firma Orbis Business Intelligence, la agencia privada desde donde opera Christopher Steele, el agente del MI6 que preparó el expediente marrullero contra Trump.
Poco a poco han salido las pistas del papel que jugó y sigue jugando todo este aparato en el intento de golpe contra el Presidente Trump y en las operaciones británicas de desestabilización contra Rusia y China. Por lo pronto, es público ya que los británicos establecieron la 77va Brigada Militar para iniciar estas operaciones luego del golpe de Estado en Ucrania, y las integraron rápidamente al Centro de Operaciones Estratégicas de la OTAN, y luego utilizaron el Rusiagate para ampliar más el alcance y el financiamiento de estas operaciones de propaganda negra y censura por todo el sector industrializado.
